La República de Djibouti cuenta con una población de 956,985 habitantes, que crece al 1.5% anual. Su economía se basa en actividades de servicio relacionadas con la ubicación estratégica del país, pues Djibouti presta servicios como puerto de tránsito para la región y como centro internacional de transbordo y reabastecimiento de combustible.
En 2017, el país inauguró el puerto de Doraleh y el ferrocarril de Djibouti-Addis Abeba, ambos proyectos fueron considerados los proyectos más grandes de la historia del país y se espera que con ellos se siga incrementando la importancia estratégica del país en el Mar Rojo. Respecto a la agricultura se observan dificultades para el cultivo derivado de las pocas precipitaciones. Menos del 4% de sus cultivos son frutas y verduras y la mayoría de sus alimentos deben ser importados. El país también se coloca como una plataforma de reexportación, principalmente de café proveniente de Etiopía. Al igual que la agricultura, el desarrollo de la industria registra niveles muy bajos por los que este país obtiene la mayor parte de sus ingresos de la asistencia extranjera.
A pesar de las limitantes, la economía de Djibouti ha presentado un crecimiento positivo del 6%. Además de los ingresos portuarios, el consumo privado se ha convertido en otro impulsor de la economía, junto con el programa de desarrollo de infraestructura que ha atraído importantes sumas de inversión. El gobierno ha decidido impulsar el sector de la construcción que, a su vez, ha apoyado el crecimiento de la industria cementera. Djibouti cuenta con algunos depósitos de minerales, especialmente cobre y sulfuro.
Principales productos de exportación: cueros y pieles.
Principales productos de importación: alimentos, bebidas, equipos de transporte, productos químicos, productos derivados del petróleo y prendas de vestir.