La economía de Bahréin es una de las más diversificadas en la región del Golfo Pérsico. Sin embargo, el petróleo y el gas siguen siendo un pilar fundamental en la economía pues representan alrededor del 85% de los ingresos totales del gobierno. Los sectores no petroleros como el de la construcción, industrias manufactureras y de los servicios financieros también han contribuido de manera importante a un crecimiento estable en el país.
En la primera mitad de 2017 el sector no petrolero tuvo un crecimiento del 4.7% respecto al año anterior. Se observa que Bahréin cuenta con un consumo privado medio que ha crecido a una tasa media del 1.8% desde 2016. Respecto al sector financiero, éste representa el 17.2% del PIB nacional. En los últimos años, el gobierno ha apostado por inversión en sectores como el turismo y construcción.
Proyectos como los parques industriales en Salman, han obtenido inversiones por 7 mil millones de dólares. Este proyecto creará 34 mil empleos. Además, el gobierno ha invertido cerca de 10 mil millones de dólares en zonas industriales, puertos, aeropuertos, transporte y siderurgia.
Debido a que Bahréin es una isla y carece de una industria agrícola fuerte, existen oportunidades para los alimentos congelados y cereales. Además de ello, debido a su moderna infraestructura y ubicación estratégica, Bahréin se ha convertido en un punto estratégico para exportadores que busquen entrar en los mercados de países de África y Medio Oriente.
Se observa que Bahréin busca activamente la atracción de capital extranjero especialmente en los sectores de la tecnología de la información y el financiero.
De 2016 a 2017 el comercio de México con Bahréin se incrementó a una tasa del 45.48%.
Principales productos de exportación: automóviles, equipos de refrigeración, máquinas de afeitar y aguacates.
Principales productos de importación: aleaciones de aluminio y textiles.